Nuestro entorno

La anteiglesia de Garai es un pequeño municipio rural localizado al norte de la comarca de Durangaldea. Este municipio por su localización en lo alto y en las faldas del monte Oiz, se le conoce como el balcón de Durangaldea. Desde Garai podemos admirar la belleza de toda la comarca en todo su esplendor, pudiendo admirar las peñas del Duranguesado y la sierra de Aramotz presididad por Anboto.

Garai tiene una amplia extensión de terreno, pero su núcleo urbano es muy pequeño. En el paisaje de Garai predominan los campos de pasto y los bosques. Los caseríos del municipio definen con personalidad el paisaje. En estos caseríos donde se sigue practicando la explotación agrícola y ganadera, contribuyen a cuidar y mantener el paisaje particular de las zonas rurales de Euskal Herria.

El origen de Garai como el de las anteiglesias de Durangaldea se relaciona con el origen de la Tierra Llana de Bizkaia. Garai desde la Edad Media perteneció a la Merindad de Durango, en cuyas Juntas ocupaba el asiento número 6.

Garai está dividida en dos barriadas: San Juan y San Miguel. La barriada de San Miguel constituye el núcleo urbano de Garai donde están localizados el ayuntamiento, las iglesias y diversas casas de interés histórico.

Si visitamos Garai, además de su tranquilidad, sus vistas y la belleza de sus paisajes, podremos admirar las iglesias de San Juan Bautista y San Miguel, ambas del siglo XVI. También nos encontraremos con el ayuntamiento de Garai, un caserío de piedra con arco del siglo XVIII.

Saliendo del núcleo urbano hacia el barrio de Goiuria, podremos visitar la ermita de San Juan de Momoitio del siglo XII y junto a la cual se ha encontrado una antigua necrópolis medieval. En esta necrópolis se han recuperado algunas estelas funerarias medievales de los siglos IX y X que se han colocado en torno a la ermita.

Paseando por Garai podremos admirar la ermita de Santa Catalina (s.XVIII); el Castro de Trumoitte, restos de un recinto fortificado fechado en la segunda mitad del primer milenio antes de Cristo; el palacio Garatikual (s.XVI); y la espectacular encina de Etxeita, que según la tradición es capaz de dar cobijo a más de 300 ovejas bajo el amparo de sus ramas.

Además, por los barrios de Garai podremos disfrutar de agradables paseos disfrutando del paisaje rural, de su fauna, su flora y de sus numerosos caseríos centenarios.

Cada barrio y ermita en Garai tiene sus fiestas, pero las fiestas patronales son en julio, entorno a la festividad de Santiago. Los habitantes de Garai son fieles guardianes de su folklore y sus tradiciones. El día de Santiago, 25 de julio, en la plaza de Garai los jóvenes del pueblo bailan las danzas de Ezpatadantza , Gernikako Arbola dantza, Dantzari dantza, Agintariena y el Ikurrin dantza.

Garai compone uno de los paisajes más maravillosos de toda Durangaldea. No en vano los hermanos Ramón y Valentín Zubiaurre, cuyo padre era de Garai, mantuvieron su estudio de pintura en la casa familiar de Garai. Estos hermanos cultivaron una pintura costumbrista, en la que proliferan los temas vascos, las escenas y los paisajes de sus veranos en Garai. Garai fue para los hermanos Zubiaurre una gran fuente de inspiración.